El Real Madrid no pisará el Calderón hasta el partido del miércoles. El club blanco ha decidido no ejercer su derecho a ejercitarse en el escenario del choque,
como hizo el Atlético en el partido de ida. Zinedine Zidane no alterará
ni un ápice las rutinas que tanto él como el equipo tienen establecidas
para los días de Champions. El equipo se entrenará a las 11.00 del
martes en la ciudad deportiva de Valdebebas. Después, en torno a las
13.00, el propio Zizou y un jugador -aún por determinar- ofrecerán la
rueda de prensa oficial previa al duelo contra el Atlético. Todo en
territorio madridista.
No cambia para nada el plan del Madrid con respecto a todos los demás duelos de la Champions en esta temporada. Tampoco lo hace la concentración, prevista para el martes por la noche.
Como siempre, cita para la plantilla madridista en el estadio Bernabéu y
posterior desplazamiento a la residencia de jugadores en Valdebebas.
Zidane,
al contrario que Simeone antes del duelo de ida, no ha querido
modificar en lo más mínimo las costumbres de sus jugadores. El francés se esfuerza por dotar al encuentro de un entorno de normalidad absoluta,
aunque a nadie escapa el hecho de que estamos ante toda una semifinal
de la máxima competición europea. La concentración es máxima, pero ZZ no
quiere que un exceso de tensión pueda pasar factura a sus jugadores.
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